No te pierdas las preciosas vistas e increíbles atardeceres desde el puente más antiguo de la ciudad del siglo XV
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Información del Puente de Piedra
¿Dónde está?
El Puente de Piedra se localiza sobre el río Ebro a la altura de la Calle Don Jaime I (margen derecha) y Barrio del Arrabal (margen izquierda), uniendo este barrio con el centro de la ciudad.
Se encuentra situado entre el Puente de Hierro y el Puente de Santiago.
Vistas desde el Balcón de San Lázaro
Balcón de San Lázaro
¿Cómo es el puente?
Recorrerlo y deleitarte con unas de las mejores vistas de la ciudad es un “must to” en tu visita a Zaragoza.
Este puente, realizado completamente en piedra sillar, tiene una longitud de 225 metros y está formado por 7 pilares y arcadas, una de ellas, actualmente, permanece debajo del Paseo Echegaray y Caballero.
En el Puente de Piedra te encontrarás con los siguientes puntos de interés:
Restos del Convento, Pretil y balcón de San Lázaro: en la orilla del Arrabal se encuentra el Pretil de San Lázaro, un muro que sirve para prevenir las riadas, sobre el que se alza el Balcón de San Lázaro. Desde este lugar puedes tomar unas de las mejores fotografías de la Basílica del Pilar y relajarte mirando el río. Debajo del suelo del balcón se encuentran los restos del Convento de San Lázaro, sus orígenes se remontan al siglo XIII, acabó en ruinas tras los Sitios de Zaragoza en el año 1808. Actualmente, los restos del convento se pueden visitar en fechas muy específicas.
Pairón del Puente de Piedra: en uno de sus extremos, en el lado del Arrabal, se levanta este monumento de inspiración mudéjar y realizado en ladrillo, metal y cerámica. El pairón fue construido en el año 2013 para conmemorar el bicentenario de la liberación de la ciudad por parte de las tropas francesas, en él se representan escenas de estos episodios, como la voladura de una de las arcadas del puente, y de los Sitios que unos años antes había sufrido la ciudad.
Pairón
Cruz de Basilio
Cruz de Basilio: a mitad de recorrido se alza este monumento construido en piedra, que data del año 1908 y que se levantó para recordar a dos religiosos, Basilio Boggiero y Santiago Sas, quienes fueron asesinados y lanzados al río en este punto por las tropas francesas durante los Sitios que sufrió la ciudad en el año 1808.
Vistas de la Basílica del Pilar: cualquier punto del Puente de Piedra es un buen lugar para relajarte y admirar la Basílica del Pilar y otros puntos del Casco Viejo de la ciudad como la Catedral de la Seo.
Disfrutar de los atardeceres de la ciudad: en este punto de la ciudad, también se pueden disfrutar de los bellos atardeceres que hay en Zaragoza.
Atardecer desde el puente
Leones de bronce
Leones de Bronce: custodiando las dos entradas, se alzan dos leones de bronce a cada lado, símbolo de la ciudad y que se añadieron en una de las últimas reformas que se realizaron al puente.
Los orígenes del Puente de Piedra de Zaragoza se remontan al siglo I d.C. Se tiene constancia de que los romanos construyeron un puente que fue usado y reparado en numerosas ocasiones tanto por los cristianos como por los musulmanes.
Arcadas del Puente de Piedra
El puente que vemos actualmente inició su construcción en el año 1401 y no fue hasta 39 años después, en el año 1440, cuando se inauguró y empezó a dar servicio a la ciudad.
En esta época, era uno de los pocos puentes que existían sobre el río Ebro a lo largo de todo su recorrido, por lo que era de gran importancia.
A finales del siglo XVIII se construyó el pretil del Ebro, conocido como pretil de San Lázaro, que es el muro de la margen izquierda, zona del arrabal, que sirve para proteger a la zona de las inundaciones en épocas de crecidas.
El episodio más amargo vivido en su historia fue en el año 1813, tras los Sitios de Zaragoza, durante la liberación francesa, las tropas napoleónicas hicieron saltar por los aires la arcada más cercana al arrabal cuando huían, dejando la ciudad incomunicada con el norte y evitando que las tropas aragonesas les persiguieran.
A lo largo del siglo XX, fue sometido a numerosas restauraciones y ampliaciones de calzada, en el año 1991, se añadieron los cuatro leones, símbolo de Zaragoza, que presiden actualmente las dos entradas al puente.