Palacio de la Diputación Provincial de Zaragoza: un edificio de fachada neoclásica, con joyas ocultas en su interior y que sirve de sede al Gobierno Provincial
El Palacio de la Diputación Provincial de Zaragoza es uno de los emblemáticos edificios que se localizan en la Plaza de España de la ciudad.
La fachada del palacio es de estilo neoclásico y está inspirada en la arquitectura romana del siglo XVI, en la que destacan la triple puerta y ventanales de arco de medio punto de la planta baja, sus seis columnas corintias de la primera planta y el reloj que corona el edificio.
El palacio alberga la sede de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), está reservado para uso institucional y no se puede visitar.
Su interior oculta numerables joyas, algunas de ellas recuperadas tras la ampliación realizada al palacio en 2011, y que permitieron integrar los restos de las ruinas del antiguo convento de San Francisco en la nueva estructura del edificio.
En el momento en el que fue cedido a la Diputación, el solar donde se encontraba el convento de San Francisco, sólo quedaban sus ruinas dejadas tras los segundos Sitios que sufrió la ciudad en 1809. En la ultima ampliación realizada al palacio, se incorporaron la antigua capilla del convento y la Sala de Quintas, está última reconvertida en el nuevo salón de plenos del palacio.
Además, se han integrado los restos de las bodegas del antiguo monasterio y se conserva un trocito de la antiguo pavimento de piedras, que tenía la ciudad en aquella época.
Una de las salas más espectaculares de la parte vieja del Palacio de la Diputación es el antiguo salón de plenos, utilizada como tal hasta 2011, momento en el que se inauguraron las nuevas dependencias.
Sus paredes están decoradas con ilustraciones en las que aparecen representados escenas y personajes históricos relevantes de la provincia, como el Apóstol Santiago, Alfonso V o la boda de los Reyes Católicos. También se representan obras trágicas en blanco y negro. Las pinturas son obra de Manuel López Villaseñor y fueron realizadas en dos fases, durante los años 1954 y 1966.
Como curiosidad, este edificio alberga en su interior uno de los 2 carillones manuales que hay en España, está formado por 33 campanas situadas en su tejado, y para hacerlo sonar, el carillonista utiliza sus pies y sus manos para mover los bastones de madera de la consola que lo controla.
Este edificio comunica con el Palacio de Sástago, situado en la misma manzana en el lateral de la Calle el Coso, mediante un pasillo decorado con tristes grabados de escenas de las ruinas de Zaragoza tras los Sitios de 1808 y 1809.
Los orígenes del edificio de la Diputación Provincial de Zaragoza, DPZ, se remontan al siglo XIX. En la antigua plaza San Francisco, actual plaza España de Zaragoza, se encontraba el convento de San Francisco, el cual, como muchos de los edificios de la ciudad, quedó destruido tras los asedios que sufrió Zaragoza durante la Guerra de la Independencia.
A mediados del siglo XIX, los terrenos que ocupaban las ruinas del convento fueron cedidos a la corporación provincial y se comenzó a levantar el palacio.
En 1843 entró en servicio la sede con unas habitaciones para secretaría y un pequeño salón de sesiones.
En el año 1858 se realizó una ampliación y en 1952 se reformó y amplió el interior y se levantó la actual fachada en concordancia con la sede del Banco de España.
La última ampliación realizada al recinto se inauguró en 2011, en la que se han integrado las únicas ruinas que quedaban del antiguo convento de San Francisco, la antigua capilla y la sala de Quintas, reconvertida en nuevo salón de plenos de la Diputación.