Templo barroco del siglo XVIII de referencia para las mujeres, en su interior se veneran las reliquias de Santa Águeda
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La Iglesia de Nuestra Señora del Portillo, de fachada neoclasicista, se encuentra ubicada en la Plaza del Portillo, junto a la Plaza de Toros de Zaragoza, en los límites del casco viejo de la ciudad, muy cerca también del Palacio de la Aljafería. El exterior de esta iglesía no es de gran belleza, motivado por su movido pasado y continuas reconstrucciones.
Lo interesante de este templo se encuentra en su interior barroco, del que destacamos sus yeserías, el retablo mayor, en el que hay una talla de la Virgen en alabastro policromado y las capillas dedicadas al Ecce Homo y a las Heroínas de los Sitios de Zaragoza, en la que se encuentran enterradas las mujeres que junto a Agustina de Aragón se enfrentaron a los franceses.
Actualmente, en la festividad de Santa Águeda, las mujeres de la ciudad acuden a venerar las reliquias de la Santa que se encuentran en su interior.
Los orígenes de este templo, como muchas de las iglesias de Zaragoza, se remontan a principios del siglo XII, tras la reconquista cristiana realizada por el rey Alfonso I el Batallador.
Los musulmanes, tras la ocupación cristiana de la ciudad, lanzaron una ofensiva abriendo un portillo en la muralla que protegía la ciudad.
Cuenta la tradición que la virgen se apareció en el hueco de la muralla y rechazó el ataque de los musulmanes, lo que originó la construcción de una ermita que se fue transformando en el templo actual.
La actual Iglesia de Nuestra Señora del Portillo fue el cuarto templo que se construyó en este lugar y data del siglo XIX, el anterior fue destruido por los franceses durante los Sitios de Zaragoza.
Este lugar fue escenario de uno de los momentos clave de este asedio donde Agustina de Aragón, una vecina de la ciudad, se encaró con los franceses y prendió la mecha a los cañones que los apuntaban, expulsándolos de la ciudad y convirtiéndola en una heroína junto con las mujeres que la acompañaban.